El puente de la Fallereta, en Turís, arrasado por la dana. LP

El día que Dolores sobrevivió a la dana: «Le pedí a mi marido que no saliera del coche. Me dijo adiós cuando se lo llevó el agua»

Una víctima relata a la jueza cómo aguantó la riada en un turismo tras ver desaparecer a su esposo y ser rescatada por un tractorista que la sacó con la pala

Arturo Checa

Valencia

Miércoles, 21 de mayo 2025, 00:32

El rosario de dolor que dejó la dana no cesa de arrojar a cuenta gotas escenas de tragedia y al mismo tiempo superación ante ... la jueza de Catarroja que instruye la causa. El desfile de los familiares de los 228 fallecidos va completando una amalgama de dramas humanos que plasman con cruentos brochazos la magnitud del desastre vivido. Dolores y su marido Antonio (nombres figurados por preservar la identidad de los afectados) iban aquel fatídico 29 de octubre por una carretera entre Turís y Xirivella. «No llovía», sostiene la afectada en su declaración. Pero la mañana sólo estaba empezando. Hacia las 16.30, cuando pasaban por una rotonda de Monserrat, «empezó a llover y nos encontramos con piedras en la carretera». El vehículo del matrimonio, padres de tres hijos, estaba atrapado y sin escapatoria.

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El agua bloqueó la marcha por la carretera de la pareja. «Antonio frenó», rememora la mujer ante la magistrada. Y entonces todo estalló. «Una tromba de agua le dio la vuelta al coche. Las ruedas quedaron atrapadas en el barro. Parecía que estaba dentro de una cascada», continúa el testimonio de Dolores.

El turismo empezó a inundarse. «Nos llegaba el agua por las rodillas». El agónico relato de la mujer continúa desgranando como ella y su marido Antonio pasaron al asiento de atrás para intentar resistir. «También empezó a inundarse. Nos llegaba ya por las rodillas». Y el hombre tomó una decisión desesperada. «Salió del coche a ver lo que pasaba». Esperanza intentó evitar el desastre: «¡No salgas!». Demasiado tarde. «Nada más poner los pies en el suelo el agua lo tumbó. Me dijo adiós con la mano», concluye la desgarrada descripción de la mujer ante la jueza que investiga la gestión de la dana.

Dolores empezó entonces su lucha por sobrevivir. Dentro de un coche inundado, en una zona absolutamente oscura y sin saber qué iba a ser de ella. «No podía abrir la puerta. No llevaba móvil ni tampoco linterna. Llovía y había relampagos». Así pasó la mujer varias horas, sin poder dirimir cuál sería su suerte. «Entonces vi venir una luz». No era un instante místico ni algo sobrenatural. La mujer expone ante la jueza cómo lo que se acercaba «era un hombre con un tractor». Su salvador. «Me dijo que saltara y me recogió en la pala, que estaba llena de agua». El tractorista llevó a Dolores a un almacén cercano, donde pudo cobijarse. «Allí pasé la noche en un sofá».

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Fue a la mañana siguiente cuando ya fueron a ponerla a salvo. El cuerpo de su marido apareció tres días después. La vida es insufrible desde entonces para ella. «No duermo bien. No puedo estar a oscuras. Me sobresalto por nada». Ante la jueza también han declarado los hijos del matrimonio. «Fue todo muy caótico», lamenta una de ellas en su comparecencia. Fueron ellos mismos los que dieron con el cadáver de su padre. «Nadie fue a buscarlo. Si no hubiera sido por nosotros no lo habríamos encontrado»

La hija ya no ha vuelto tampoco a ser la misma. «Estoy en tratamiento psicológico y no puedo vivir sola». Uno de sus hermanos está de baja laboral desde lo ocurrido. Una vida perdida. Una familia destrozada. Otra prueba de los miles de afectados que la dana ha dejado tras su paso.

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