Los detenidos por una presunta violación en Bilbao tenían una cocina de cocaína rosa

Según las denuncias presentadas por las víctimas, todo ocurrió pasadas las seis de la tarde. A esa hora, los tres familiares pidieron ayuda a la Policía Municipal porque, según dijeron, les habían secuestrado y drogado en una vivienda donde se elaboraba tusi. Según les contaron a los agentes locales, habían conocido a un grupo de colombianos en un local nocturno de la calle Buenos Aires. Estos les invitaron a continuar la fiesta en la vivienda en la que residían, en el Casco Viejo, y ellos accedieron.

Según su relato, desde que llegaron al piso, ubicado en la Travesía Iturribide, les obligaron a consumir unas pastillas machacadas, que les «soplaban en la cara», según detallaron. Bajo los efectos de esta sustancia, que anulaba su voluntad, fueron sometidos a tocamientos de índole sexual y agresiones.

Uno de ellos se quejaba de fuerte dolor en el abdomen, donde presentaba algunos cortes sangrantes. Según explicó el herido, se los provocó uno de los agresores, del que dio una descripción que coincidía con uno de los arrestados, porque llevaba un tatuaje de un equipo rival de la localidad colombiana de la que todos son originarios. «Te lo voy a borrar», le amenazó tras confesarse aficionado ultra del otro club de Cali. También le robó una importante cantidad de dinero en metálico y el teléfono móvil, según se recoge en la denuncia.

Otro de los hermanos declaró que había sufrido una agresión sexual por sumisión química mientras se encontraba en una de las habitaciones y tras haber consumido droga. Según relató, primero le practicaron sexo oral y después, dos de los detenidos le sujetaban por las muñecas, mientras un tercero le forzaba con acceso carnal. Esta escena fue grabada por un teléfono móvil. Los tres agredidos manifestaron a los agentes que habían sido retenidos en el domicilio, pese a que ellos querían marcharse. Los jóvenes advirtieron a los agentes que dentro de la casa había lo que ellos describieron como un laboratorio de tusi en una de las habitaciones, motivo por el que al día siguiente se realizó el registro domiciliario y se decomisaron distintas cantidades de droga.

Según publica 'El Correo', los policías locales pidieron una ambulancia para asistir a los tres jóvenes, que fueron trasladados al hospital de Basurto, donde se activó el protocolo de agresiones sexuales. Posteriormente, al tratarse de una denuncia por agresión sexual, el caso pasó a manos de la Ertzaintza, que se encargará de completar las diligencias y estaba previsto que pusiera a los arrestados a disposición judicial. Algunos de ellos habían participado en una reyerta con navajas el pasado miércoles en el puente de Gordóniz, en el barrio de Rekalde. Uno resultó herido por un corte en la cara y otro tenía un balazo incrustado en una pierna de cuando vivía en Colombia.