José Ruz, el «conseguidor», el empresario valenciano clave en el caso Ábalos

El ahora empresario comenzó como ingeniero hasta que se hizo con el 20% de LIC. Algunos recuerdan su etapa y la exigencia con sus subordinados: «Escúchame con las orejas» era una frase que decía para trasladar sus órdenes, recuerda un subordinado. La vida de Ruz, que ya se había visto salpicada al declarar como testigo en el caso de los hidrocarburos, cambió la pasada semana cuando agentes de la UCO irrumpieron en su domicilio, en una de las zonas nobles de la ciudad. «Era un tío afable, serio, dedicado a su empresa», comenta otra fuente del sector, sorprendido por el contenido del informe de la Guardia Civil.

La base de la empresa se encontraba en Alberic. La sociedad nunca ha sido una de las grandes del negocio en la Comunitat, pero sí era una de las más activas en el extranjero, con diferentes sedes internacionales: Armenia, Panamá y Argelia. Fuentes del sector coinciden en señalar que el cambio de política internacional respecto al Sahara y la reacción de Argelia lastró el avance de la compañía.

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Ruz, de momento, prefiere mantener un perfil bajo. «Le agradezco el interés pero mi decisión es no hablar de nada de todo este episodio con nadie que no sea la justicia», respondió a un mensaje de LAS PROVINCIAS.

El nuevo sumario de corrupción pone el foco en unas prácticas que incluso desde el propio sector se creían olvidadas. El cobro de comisiones por adjudicación de obras fue una práctica lamentablemente común al principio del milenio y que incluso se ha saldado con condenas como la de la financiación ilegal del PP. Pero no deja de sorprender que casi dos décadas después se repitan las mismas acciones en este caso por parte del PSOE. Y, además, en empresas que deben disponer de planes de prevención del delito, medida que se ha demostrado ineficaz.

Ruz, aparte de LIC, figura en otras sociedades como Lopera Activa, Carraigh, Chic fun y Altair Med, según la UCO. El empresario contactó con Koldo en una Fallas y, a partir de ahí, comenzaron los encuentros. «Pues entonces a muerte. En lo que te pueda ayudar considérame a tu lao (sic)». Sus comunicaciones se producen, además, en móviles especiales para evitar ser pinchados.

El empresario mantiene en paralelo -y con secretismo- o de forma conjunta encuentros con los otros pilares de la trama: Ábalos y el ahora confeso Aldama. A Koldo, por ejemplo, le llamaba «jefe». «A la orden, como un clavo», le transmite en un mensaje. Compromís no quiere dejar pasar este tren. Ha pedido que el empresario comparezca en Les Corts para explicar la adjudicación de la estación del AVE de Elche.